Andrés Iniesta seguirá dándole vueltas al partido del 17 de junio contra Turquía, una obra de arte futbolística con Nolito y Morata como referentes. Unas semanas después, cuando el entrenador Del Bosque ha dimitido, el fútbol español se calla, se para a pensar y acuerda consigo mismo que se hace necesario un nuevo tiempo. Aunque todo sea tan relativo como un gol y tan lejano de la pompa como aquel 1 de julio de 2012 en Kiev, cuando España goleó por cuatro cero a esta Italia que el lunes 27 nos rompió el pasaporte de la actual Eurocopa y nos mandó para casa. Porque es el momento de reflexionar, como los políticos de Podemos, de IU y del PSOE (a los de Ciudadanos o del PP parece que no les hace tanta falta) o de ponerse a escuchar música, que en Córdoba se agiganta con el Festival de la Guitarra, que empezó anoche en el Teatro de la Axerquía. La ciudadanía también piensa en estos comienzos de julio, cuando el sol se desata en las piscinas municipales o en las playas, que en qué quedó aquel movimiento del 15-M del 2011 cuando un grupo de jóvenes soltó su filosofía de la liberación en la Plaza Mayor de Madrid con el deseo de romper algún día con el dominio de bancos, corporaciones y gentes nacidas y criadas en el poder. Al cabo del tiempo se ha comprobado que romper el sistema en busca de la justicia es una utopía de noches de tiendas de campaña porque quienes han sido votados hace unos días para perpetuarse en el poder son quienes han sido educados en modos para nada libres de sospecha. Aquella Transición fue posible porque los políticos de más edad vieron que lo aconsejable era que los jóvenes Isidoros tomasen el poder. Como así lo hicieron. Pero al cabo del tiempo España se ha enquistado en pensamientos de sistema seguro, aunque sean injustos. Lo mejor será tirar por el camino de la música donde edades, gustos y escenarios se mezclan. El Teatro de la Axerquía, la Plaza de Toros, el Gran Teatro o el Teatro Góngora, así como conciertos gratuitos por El Barrilero, en la puerta del Gran Teatro, en La Ribera y en la calle Cruz Conde serán los escenarios que con su música, de todos los estilos, adapten nuestro pensamiento al verano.