Las mezclas requieren sabiduría. Varios colores bien combinados pueden crear un ambiente delicioso en un cuarto de estar o, por el contrario, alterar los nervios con su estridencia. O conducir a la tristeza en esa sala monótona que nos podemos imaginar. Una gama de prendas bien escogidas subraya la elegancia de su portadora, pero, si los tonos se matan, afearán lo que quiza sea hermoso. Un combinado que no esté en su punto no tiene buen sabor. De ahí que se cotice un buen barman capaz de elevar un cóctel a la categoría de arte, o una cocinera que reúna lo dulce, lo salado y lo picante para conseguir que el resultado no sea la suma de las partes, sino algo distinto, nuevo y con su propia personalidad.

Igual pasa con las personas. La selección de invitados, pero, sobre todo, la combinación de los mismos, es una de las claves del éxito de un evento. Y así se comprobó ayer en el acto organizado por el periodista y sacerdote Antonio Gil, que siempre será de la casa de Diario CÓRDOBA, y que ha dedicado a nuestro reciente 75 Aniversario su libro Meditaciones para periodistas y poetas, editado por Almuzara. Quiso Antonio una presentación íntima y sencilla, para la que invitó a unos pocos amigos de las más variadas trayectorias y procedencias, y, en el Círculo de la Amistad, creó con su editor, Manuel Pimentel, una apetitosa mixtura de conversaciones, ideas y recuerdos. Como lo es su libro, en el que ha mezclado, con tino y criterio abierto, esos textos breves, poemas y reflexiones con los que compone su propia sinfonía cultural y vital.