Lo último es comprar la entrada para el cine sin saber qué película vas a ver. Así lo están introduciendo en una sala de Barcelona, que se ha apuntado un tanto en el primer intento, ya que la película exhibida fue La, La, Lang, ganadora de siete Globos de Oro. Primero fue el teatro, en salas particulares o en terrazas, sin programa y casi sin saber a qué se iba, de manera que el público se encontraba viendo una representación en el cuarto de estar de una familia. Lo de las cenas misteriosas está siendo también un exitazo, aunque sea entre grupos reducidos, pues los comensales están encantandos de degustar exquisiteces en lugares especiales, como un monumento o museo. Está claro que el factor sorpresa y el misterio añaden atractivo al ocio.