Valgan estas líneas para poner de relieve la figura de Agustín Martín Agüera, brillante alumno finalista de 2º de bachillerato del Colegio La Salle de Córdoba. Este chico, adelantado en un curso a su edad, ha alcanzado la nota más alta en el expediente de Bachillerato entre los alumnos de su promoción y ha obtenido una nota de acceso a la Universidad que oscila entre 13,82 o 13,88 puntos sobre 14, en función de la ponderación que pueden alcanzar los exámenes de la PAU de la fase específica. Quizás la más alta de la provincia.

Este joven, nacido en el año 2000 y que se dispone a cursar los estudios de Física y Matemáticas, ya posee un brillante currículo que causa a un tiempo sorpresa y admiración: así, ha representado de forma sistemática al Colegio La Salle en todo los proyectos científicos y de debate en los que ha podido por su edad y categoría, compartiendo diversos premios y distinciones; ha participado en la Gymkana Matemática de Córdoba, lidió también en la Olimpiada Matemática Thales, llegando a la fase nacional en Barcelona en 2014; tras ser primer clasificado en la Olimpiada Matemática de Bachillerato en Córdoba (auspiciada por la Real Sociedad de Matemáticas Española), obtuvo medalla de bronce en la fase nacional; llegó a la fase internacional del nivel superior dentro de la Olimpiada Matemática Formulo de Intergreco; también ha participado durante varios años consecutivos en el proyecto Estalmat, para el talento matemático y ha llegado a la última fase de la selección del proyecto Becas Europa.

Súmese a esto un largo etcétera que sigue sorprendiendo por su variedad y precocidad como, verbi gratia, sus considerables conocimientos en el arte de la traducción del latín y el griego clásicos.

Sin embargo, desde mi punto de vista, nada de lo relatado tendría valor si Agustín Martín no lo aderezara con su carácter sencillo, discreto y tranquilo. Chico comprometido y sensible hacia los más necesitados. Con ese aire de discreción, muy querido y apreciado por sus compañeros, arropado y compañado en todo momento por sus padres y su colegio, la principal virtud de Agustín es la humildad: esa cualidad que, junto con la curiosidad y un infatigable espíritu de trabajo, lo convierten en una persona destinada a alcanzar el más grande logro que todo ser humano aspira a alcanzar: el de ser una buena persona.

<b>Ramón Fidel Rodríguez Carrión. Director del Colegio La Salle</b>

Córdoba