La Dirección General de Tráfico ha señalizado, con unos indicadores específicos para informar a los conductores, catorce tramos y 404 kilómetros conflictivos en las carreteras convencionales cordobesas. Son pasajes peligrosos, de mayor siniestralidad, en los que confluye también un mayor incumplimiento de los conductores, que con frecuencia no respetan los límites de velocidad indicados, con los mayores incumplimientos en las vías que limitan la velocidad máxima a 90 kilómetros por hora. A más infracciones, más vigilancia, asegura la DGT, que intensificará los controles de velocidad en estas carreteras, especialmente en esos 14 tramos en los que se ha detectado un mayor número de accidentes. La campaña iniciada por la DGT es una buena iniciativa, especialmente en este periodo final de las vacaciones de verano en el que tantos desplazamientos tienen lugar en las carreteras secundarias. Sin embargo, la situación no se remedia solamente con un comportamiento más cívico de los conductores. La crisis ha retraído la inversión pública en las comunicaciones, y la red de carreteras se resiente. Es llamativo que la carretera Badajoz-Granada, la N-432, sea la más peligrosa de la provincia, con 5 tramos y 124 kilómetros conflictivos, cerca del 30% del total. La conversión de esta carretera en autovía es una reclamación antigua, reactivada ahora, y los datos sobre su peligrosidad dan fuerza a esta reivindicación.