La desautorización de que ha sido objeto por la Generalitat pone en evidencia el frágil entramado de alianzas que sustenta el independentismo catalán. La diputada de ERC (partido socio del gobierno catalán) proponía crear «bolsas de parados» para organizar el archiprohibido referéndum de independencia. Aun así, el ejecutivo catalán dice que seguirá adelante con la consulta.