Su empresa, Facebook, sabía en el 2014, cuando compró Whatsapp, que era posible vincular los perfiles de ambas redes, la social y la de mensajería, pero aseguró a la Unión Europea que no era posible. Dos años después, hizo esa conexión, y ahora la Comisión Europea (CE) le ha impuesto una multa de 110 millones de euros por proporcionar información «incorrecta o engañosa»