En este 2108, un año más miles de familias decidirán en qué centro matriculan a sus hijos e hijas. La red de centros públicos está presente en todos los lugares de nuestra provincia dando una respuesta educativa de calidad y en condiciones de equidad independientemente del lugar en el que residan.

Los centros educativos públicos, sus infraestructuras y ubicación no responden a la lógica de la oferta y la demanda, responden a las finalidades de un Sistema Público de Enseñanza que pretende que todo el alumnado andaluz tenga acceso en condiciones de equidad a una enseñanza de calidad. Por eso, reivindico la matriculación en la educación pública como un acto consciente de puesta en valor de este derecho y servicio público fundamental. Matricularnos en la enseñanza pública es la manera más sencilla de defenderla.

Frente a un Gobierno empeñado en la privatización de los servicios públicos, queremos reivindicar la educación pública como la única capaz de garantizar la gratuidad, la cohesión social, la compensación de la desigualdad social, el éxito escolar de todos y todas sin segregaciones y exclusiones.

Paralelamente es necesario poner en valor la calidad de la red de centros públicos, en la que (pese a las políticas de recortes de los últimos años del PP y PSOE) las plantillas docentes y los recursos materiales se dirigen al desarrollo formativo integral del alumnado, alejados de criterios mercantilistas que buscan la obtención de beneficios, como sí ocurre en los centros privados. En 2008 los concertados católicos obtuvieron un beneficio neto medio de 76.000 euros por centro.

Por eso, la escuela pública es la escuela de todos y de todas, porque garantiza el derecho a la educación sin buscar negocio, no excluye ni segrega por sexos, porque una de sus principales finalidades es generar cohesión social y la igualdad real entre hombres y mujeres.

La escuela pública es innovadora y global porque cuenta con profesionales comprometidos y en continua preparación. Es democrática, laica e inclusiva porque las familias participan y deciden, no son «clientes», porque educa en libertad y no impone dogmas y creencias particulares, porque considera la diversidad como una oportunidad y una riqueza.

Además, todos los estudios e investigaciones señalan que el coste por alumno y curso en la privada y privada-concertada es similar o mayor al de la pública, y además supone un desembolso muy superior al promedio del gasto en la pública en conceptos como material y libros escolares, transporte, salidas, actividades que se recarga en las familias que a ellos acuden; es decir, un auténtico repago educativo.

Por eso es necesaria una Educación Pública gratuita que ayude a nuestros jóvenes a desarrollar el espíritu crítico y aprovechar los logros científicos, sociales y políticos más brillantes de las pasadas generaciones.

Matricula a tus hijos e hijas en la pública y defiende un derecho esencial para el futuro de las generaciones: la educación pública y de calidad.

* Coordinadora provincial de Educación de Izquierda Unida en Córdoba