Hemos celebrado el viernes pasado la fiesta de los Reyes Magos. La cabalgata de unos personajes vestidos con ropajes sugestivos tiene su origen en el relato del evangelio de Mateo, capítulo 2. El relato del evangelio de Mateo sobre unos magos venidos desde Oriente a Belén buscando a Jesús recién nacido es una de las escenas que han tenido mayor aceptación popular. La imaginación de una parte, la devoción de otra han ido añadiendo al relato todos los detalles adicionales necesarios para popularizar su representación plástica. El número de tres se ha fijado más tarde, Mateo no menciona el número. En algunas tradiciones antiguas, en algunas representaciones pictóricas a veces son cuatro, a veces seis, a veces doce. El número de tres es el que se ha impuesto. Se les ha asignado unos nombres que tampoco constan en el relato original. Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar son adiciones posteriores al relato. Como lo es también el que cada uno sea de una etnia diferente. Nada de eso está en el evangelio de Mateo. Son adiciones que proceden de los llamados evangelios apócrifos, es decir, reconstrucciones de la vida de Jesús llevadas a cabo por escritores posteriores, en los que la devoción y la imaginación tienen más peso que la objetividad histórica.

Son también los evangelios apócrifos los que nos cuentan que, cuando José y María marchaban exilados a Egipto, las palmeras del desierto se inclinaban para que ellos pudieran tomar con más comodidad los dátiles, o que los ídolos de piedra que encontraban en el camino se caían rotos en pedazos cuando la familia pasaba por delante. Son bellos relatos, más inspirados por la poesía que por la historia.

El relato de la infancia de Jesús del evangelio de Mateo es una introducción o prólogo teológico de lo que posteriormente será la vida de Jesús adulto. El intento fundamental de los evangelistas fue transmitir y fijar para la posterioridad la personalidad y la palabra del Jesús adulto, su visión del Padre, su proyecto de vida individual y de sociedad. Los evangelios de la infancia son un prólogo que contiene un resumen sintético de la vida de Jesús adulto.

El mensaje subyacente al relato de los magos de oriente es la clausura, por así decir, de una la mentalidad religiosa en virtud de la cual Yaveh es el Dios de Israel, más grande y poderoso que los dioses de los otros pueblos. Por el contrario, el Dios de Jesús es el Dios de todos los hombres, no precisamente, ni exclusivamente de los israelitas. Esos personajes venidos del Oriente representan el encuentro de todos los hombres de cualquier nacionalidad, raza, clase social, lengua o cultura. Jesús dirá más tarde que se predique el evangelio hasta el final del mundo, a toda criatura, y Pablo afirmará rotundamente que ya no hay judíos ni gentiles, libres ni esclavos. La fiesta de los Magos de Oriente es la fiesta de la universalidad.

Esta universalidad contenida en el pensamiento de Jesús, y heredada por San Pablo, se hace presente hoy día en el fenómeno de la globalización. Las fronteras de los estados, la diversidad de lenguas y de razas, incluso las diferentes culturas no borran el hecho fundamental de que todos los hombres y mujeres del mundo, sea cual sea su identificación personal, formamos una sociedad comunitaria, la sociedad humana.

Este mundo global que estamos empezando a vivir carece aún de instituciones supranacionales que la hagan verificable. La ONU está desarrollando un papel importante en la verificación social y política de la globalización. Sus órganos dependientes, tales como Acnur, para la protección de refugiados y desplazados; Unicef, que provee ayuda humanitaria y de desarrollo a niños y madres en países en desarrollo; Pnuma, que coordina las actividades relacionadas con el medio ambiente, asistiendo a los países en la implementación de políticas medioambientales adecuadas así como a fomentar el desarrollo sostenible, son iniciativas para lograr una globalización de carácter social y humano. No son las únicas, pero estas tres son representativas.

Sin embargo, la ONU carece de un poder ejecutivo sobre la fiscalidad de los estados miembros. A nivel de cada país se cobran impuestos a los ricos para pagar servicios sociales a los pobres. A nivel mundial no existe una autoridad fiscal que cobre impuestos a todos los ricos del mundo para pagar servicios sociales a todos los pobres del mundo. Esta autoridad fiscal mundial sería el paso importante para lograr una globalización social y humana, no solo financiera y económica. De alguna forma, el concepto de extranjero empezaría a perder sentido.

Los magos venidos de Oriente son los extranjeros de lejanas tierras que se incorporan a nuestra comunidad. Lo que nos están diciendo es que Camerún, Indonesia o Chile forman parte de nuestra comunidad, no son más lejanos de nosotros que Teruel o Guadalajara.

* Profesor jesuita