Admirado Maestro en la devoción al IV Califa.

Qué decirle que ya no sepa usted. Cuántas voces le habrán llegado, y lo que resta, sobre la conmoración que se celebra este año. En la madrugada del próximo 4 de julio Manuel Rodríguez Manolete hubiera cumplido cien años. Celebramos, pues, el Centenario. Lo escribo adrede, así, en mayúsculas.

Admirado Maestro: Como es manifiesta su devoción por Manolete --cuatro paseíllos en Linares en la fecha del 28 de agosto--, quiero hacerle llegar el sentir y latir de una parte de la afición cordobesa que yo frecuento, representada aquí por dos grandes aficionados: Francisco Bravo y Rafael Contreras. Y le cuento algo que sin duda conoce:

Fue el seis de julio de 1944. El sexto de Manolete fue protestado y devuelto a los corrales. En su lugar se anuncia un sobrero de Pinto Barreiro de nombre Ratón. La faena que realizó a este toro ha sido calificada como una de las más grandes jamás vistas en Las Ventas. Tal fue, que en medio de una gran expectación el gran escritor Agustín de Foxá se levantó de su asiento, y elevando los brazos al cielo, proclama a gritos: «¡Señor! ¡Señor! ¡Esto no nos lo merecemos!».

Se lo recuerdo, Maestro, porque la afición de Córdoba, tan alicaída últimamente, necesita de un Ratón y de un Manolete --este, únicamente puede ser usted--. Esta afición precisa arrancarse la venda de su timidez y emular aquella exclamación de Foxá. Piénselo, Maestro. Glorifique el Centenario con su presencia. Anúnciese en Córdoba en honor de su venerado y déjenos el perfume de su toreo tan cercano al Monstruo, --perfectamente definido por la Asociación de la Prensa en su almanaque conmemorativo--: «Manolete: Verticalidad, esbeltez y hondura hicieron poderosa su singular elegancia en el ruedo». Parece, Maestro que hablan de usted.

Acepte el reto. Enséñenos con «su empaque de obelisco» como era el toreo de Manolete. Que nosotros también podamos exclamar: ¡Señor! ¡Señor! esto no nos lo merecemos.

Y alguien que lo cuente después seguro que dirá: «¡Uno, pegó una voz y dijo!: ¡El Tomás es un fenómeno! ¡Que así no ha toreado nadie en Los Califas, lo mismito que Manolete! ¡Y que viva la mare que lo parió!».

<b>A. Asensi Díaz</b>

Córdoba