El expresidente brasileño ha sido condenado a nueve años y medio de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero, dentro la trama de la petrolera estatal Petrobras. Según el juez, se benefició de 1,2 millones en sobornos de una constructora. Es la primera de cinco sentencias que tiene pendientes, y pouede recurrir el fallo ante el Tribunal Supremo de Brasil.