La música, según la definición de la RAE, es una sucesión de sonidos modulados para recrear al oído; es un concierto de instrumentos y voces, o de ambas cosas, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad ya sea de manera alegre, triste, etcétera. Según nuestro estado anímico buscamos melodías que nos evoquen determinadas emociones: después de un día estresante nos interesa buscar una tranquilidad, un modo de evasión hacia tal estrés, la música relajante nos traslada a un estado de tranquilidad necesario sin movernos de casa. Está demostrado que la música en sí nos conduce a una rearmonización de los estados de animo y de los sentimientos. La música está inmersa día a día en nuestra vida, hasta en la forma de hablar, su tono y volumen, indica nuestro estado emocional y nos muestra información sobre el contenido del mensaje, transmitiendo a otras personas cómo nos encontramos (a nivel emocional) en ese momento. A tal llega el poder de la música que se sigue estudiando y analizando ésta como posible terapia para diversas enfermedades. Por ejemplo, en los niños autistas la música permite que se comuniquen en el ámbito de lo no verbal, expresando emociones y sentimientos que son incapaces de expresar con el lenguaje verbal. Es inevitable no recordar, si se mencionan películas como Memorias de Africa, Titanic o Psicosis las melodías asociadas a diferentes momentos relevantes, pues las emociones que nos provocaban diversas escenas no sólo eran por el contenido visual, la música ejercía gran poder de influencia en desencadenar dichas emociones, entendiendo y empatizando mejor el contenido de la escena. Existen canciones o melodías que tenemos asociados a momentos específicos de nuestra vida y por tanto nos producen respuestas emocionales de diversa índole, ya que evocan recuerdos y nos enmarcan contextualmente a un periodo o momento pasado. No es inusual utilizar la música en ocasiones como facilitadora para viajar en el tiempo, pues igual que oler un aroma familiar facilita un recuerdo, también escuchamos música que facilita la recuperación de otro (memoria sensorial). A su vez, también ha quedado demostrado a nivel motivacional, como por ejemplo en el ámbito deportivo, diversos equipos de fútbol de élite, antes de jugar un partido importante, deciden escuchar una selección de canciones que les aporte diversas emociones para afrontar con valentía y coraje el partido, consiguiéndose unos resultados asombrosos. Bajo mi punto de vista, la música nos une, y tiene sobre todo unos efectos positivos que aún no somos capaces de demostrar. La música nos teletransporta a un estado único y subjetivo, pero que permite ir mas allá de toda situación incontrolable. Claro ejemplo está en los recién nacidos, en sus primeros estados evolutivos, que aun no entienden el lenguaje verbal, y cierto tipo de melodía logra detener un llanto, provocar una emoción positiva, o incluso que dancen corporalmente, realizando un tipo de movimiento propio, consiguiendo enlazar el ritmo.