El científico estadounidense, ganador del Premio Nobel de Física junto con sus colegas Rainer Weiss y Barry C. Barish, se comportó ayer con generosidad al lamentar no poder compartir el galardón con cientos de científicos e ingenieros (entre ellos de las universidades de Baleares y Valencia) que hicieron posible detectar las ondas gravitacionales, por las que reciben este galardón.