El escritor británico de origen japonés (nació en Nagasaki) recibió el Nobel de Literatura en una decisión inesperada de la Academia sueca, al superar a compatriotas como Amis, McEwan o Barnes. Los restos del día (1989), con una muy celebrada versión para el cine (la película Lo que queda del día), es su novela más famosa. El jurado destacó la gran «fuerza emocional» de sus novelas.