El séptimo mes en el calendario gregoriano, quinto en el romano (Quintilis), contaba con 36 días. Tras los cambios impuestos por Rómulo y Numa pasó a tener, respectivamente, 31 y 30, fijándose tras el magnicidio de César en 31. Es a este a quien se debe su nombre, conforme a la propuesta hecha por Marco Antonio al Senado en 44 a.c: se llamaría Iulius, en honor al prócer asesinado y a la familia a la que pertenecía, ya que aquel había nacido el día 13 del referido mes.

En su primera semana, cuando el calor no tiene ya fin, en Pamplona a fiestas tocan por san Fermín, celebraciones internacionalmente conocidas gracias, entre otros, a Hemingway y su novela Fiesta. Coincidiendo con la conclusión del encierro pamplonica, en Lesaka (Navarra) los dantzaris, a ritmo de txistu, recorren con sus níveos trajes y cascabeles anudados a sus piernas las calles de la población, con danzas que se hacen más vivas al ser ejecutadas sobre el pretil del puente. Igualmente en Guipúzcoa, en Pasaia de San Pedro, los encierros protagonizan la fiesta del santo, junto a las «tamborradas» y los «toros de fuego». Del 7 al 10, en Hervás (Cáceres), se celebra la fiesta de los Conversos, y el 9 tienen lugar, en Salinas de Añana (Álava), los festejos de la Sal. El día 11 en el Viejo Continente se festeja a san Benito, su patrón. En España son célebres algunas de las fiestas más conocidas, entre ellas las romerías de Lérez (Pontevedra), donde al santo se le danza y le prenden sus devotos billetes en el manto, al igual que ocurre en nuestra provincia, en Obejo, donde se ejecuta el «bachimachía». En otros lugares, a san Benito se le ofrecen pollos que, tras la misa romera, se subastan, como sucede en Segurde-Boqueixon (La Coruña). La festividad es igualmente celebrada en otras localidades gallegas y de Cataluña, como en Tossa de Mar (Gerona).

El día 13 se efectúa el Tributo de las Tres Vacas, en Isaba (Navarra).Y siempre se dijo que el día 16, festividad de la Virgen del Carmen, todo el mundo come carne, según recuerda el viejo refrán castellano, siendo muy celebrada la jornada en Melilla y en otras poblaciones de la costa, en las que no falta la procesión con los barcos engalanados y en las que la Virgen marinera reina como protagonista. Por santa Marina, ya conviene dar una vuelta por la viña, sin que tampoco se olvide acudir a Cañaveral de León (Huelva) a fin de acompañar a los danzantes que tocan las castañuelas mientras realizan las siete mudanzas en compañía del tambor y la gaita. En la localidad orensana de Santa Marina de Aguas Santas tiene lugar una romería en la que no están ausentes los rituales curativos en la fuente donde, según la tradición, sufrió martirio. Tras la fiesta de san Abundio, que se celebra en Hornachuelos (Córdoba), nos llega la de santa María Magdalena, el día 22, y se dice que por esa fecha habría que dejar la parva si ésta no está bien llena, no sin que antes se acuda a Llanes (Asturias) para ver la interpretación del «pericote», danza de las más antiguas de la Península. Igualmente es muy festejado el día en pueblos asturianos y de La Rioja, así como en provincias como Alicante, Vizcaya, Orense, Huesca, León, Teruel, Cáceres, Toledo y La Coruña.

En torno a la festividad de Santiago Apóstol, el día 25, se organizan numerosas fiestas, precisamente cuando en las localidades de tradición vitivinícola ya pintan las uvas que, para la Virgen de Agosto, habrán de estar bien maduras. En dicha jornada son numerosas las celebraciones patronales en las que no faltan las danzas, trajes regionales, corridas de toros, carreras de gansos con caballos y degustaciones típicas, como la celebrada en Grado (Asturias), donde se toma el Bollu Preñao. En Cangas de Onís se organiza la fiesta de los Pastores con motivo de la gestión de los pastos de la Vega de Enol. Y el día 26, festividad de san Joaquín y santa Ana, en El Viso (Córdoba) tienen lugar sus tradicionales encierros con vaquillas. Por Santa Marta, el día 29, se festejan sus habitantes en Ortigueira (La Coruña) y en Mugia (Vizcaya) con una romería en la que no faltan los guisados con carne. Para dicha fecha, la mies ya debería estar en casa. Cierra el mes el día 30, con los santos Abdón y Senén, y las fiestas de Moros y Cristianos en Benamahoma (Cádiz) y las celebraciones de Calasparra (Murcia), donde las actividades duran una semana, entre otras más, y el día 31 con las celebraciones de san Ignacio de Loyola, con festejos en Altzo y Azpeitia (Guipúzcoa) o en Getxo y Setao (Vizcaya), sin olvidar las de Huelaga (Cáceres) y Ciudad Real, donde a la Virgen del Prado se le hacen ofrendas en algunos pueblos de La Mancha. A su término, «mayordomos» o «pandorgos» convidan a limonada y «torraos».

El mes de julio es, pues, puro disfrute del presente y una liberación más que lleva a su transformación, en un tiempo en el que sus días ya se alargan y los prados andan aún resecos.

* Catedrático