Con algunos matices, la palabra jubilación deriva, etimológicamente, de la latina iubileus , y ésta, a su vez, de la hebrea yobel , expresión que designa la celebración que llevaban a cabo los judíos, en los lejanos tiempos de las Leyes de Moisés, una vez cumplidos los 49 años (siete veces siete --recordar su significado para el pueblo israelí--) para dedicarse, a partir del año número 50, a reflexionar, meditar y volver a la esencia de la vida con alegría y entusiasmo. Como decimos, habría que hacer algunas puntualizaciones pero, sinceramente, ahora eso no nos interesa, ya que lo que pretendemos es subrayar el carácter de gozo y felicidad que debe tener el momento en que una persona, que ha trabajado con amor y vocación durante muchos años, se jubila. Desde hoy, 1 de septiembre, "y no antes" (tal como ella lleva señalando en los últimos meses) nuestra señorita Puri está oficialmente JUBILADA. Y hay que festejarlo. Porque, más allá de las asignaturas oficiales, los que hemos tenido la oportunidad de recibir sus enseñanzas, hemos descubierto lo que era la honestidad, el cariño, el afecto, el respeto, la generosidad, la empatía, la responsabilidad, la paciencia y comprensión ante los errores del otro... Hemos sido educados en verdaderos valores y somos los seres medianamente humanos que somos, en gran parte, gracias a ella. Por todo esto, dos de tus alumnos que, quizá, han sido más "rebeldes" y "desobedientes", pero que, de la misma manera, más te han admirado, te invitan a que sigas viviendo, como ya lo hacían los antiguos hebreos, con ánimo y pasión, y, además, te agradecen el que hayas sido su maestra durante toda la vida. ¡Te queremos por siempre, mamá!

Puri y Manolo López López

Córdoba