El dueño de la inmobiliaria Contsa ha ingresado en prisión después de que el Tribunal Supremo confirmara la condena de nueve años, cuatro meses y quince días de cárcel que le impuso el pasado año la Audiencia Provincial de Sevilla por una estafa piramidal que afectó a 1.658 acreedores y provocó un déficit patrimonial de 87 millones de euros. El juez cree que hay riesgo de fuga.