Gran artista, compositor, cantautor y una gran persona. En el obituario que le dedicó este periódico el miércoles pasado --un día después de su muerte-- ya hizo muy buena biografía de su historia artística. Pero yo quiero dedicar esta carta hablando de su humanidad y bondad.

José Luis siempre ha estado dispuesto a dar conciertos gratuitos para asociaciones benéficas. Con la Fundación Hogar Renacer contribuyó en dos conciertos. El último fue en la Casa de Cursillos de Córdoba. Todos los que asistimos a este concierto nos emocionamos al oírle cantar y tocar. A pesar de su edad, tenía arte y fuerza para estar en un escenario. Le pregunté en el descanso: ¿Cómo te encuentras? Y me contestó: con mucha ilusión y con mucha fe. Sí; era hombre de fe en el Señor. Pocos meses antes de morir compuso una canción, su título: Oración por todo y la primera estrofa decía: "Por todo, yo lo digo y lo repito, por todo yo te doy Gracias Señor, por todo, tu me ayudas como amigo, por todo, te lo agradezco mi Dios. Vivo en una ciudad hermosa, tengo muy buenos amigos, mi mujer maravillosa, once nietos y seis hijos". Esta canción oración yo se la escuché en el Círculo de la Amistad. No paré de llamarlo para que me la grabara y, por mediación de su hijo Miki, me la grabó. En su misa de cuerpo presente en la parroquia de la Esperanza, se puso esta canción en la acción de gracias. Fue un momento tremendamente emotivo y mi sensación fue que con esta canción lo estaba esperando el Señor, para que se la cantara a El. Mariquilla, tu esposa, ha sido muy feliz contigo. Tomaste tu gran decisión de dejar tu música y tu gran fama para poder dedicarte por completo a tu familia. José Luis, tú para todos tus amigos has sido un referente en esta vida, donde nos has enseñado: tu bondad, tu humanidad y tu gran fe. No te olvidaremos nunca.

Antonio Navarro Páez

Córdoba