El dirigente izquierdista británico ha dado un inesperado giro a la posición de su partido sobre la inmigración, y ahora se manifiesta favorable a la «reducción de trabajadores de la Unión Europea en los sectores menos regulados». Es verdad que Corbyn se opuso al Brexit de forma muy tibia, pero está por ver que esta nueva posición reporte más simpatías al laborismo.