Estuve en Nueva Carteya, en un acto que presidió el señor alcalde, para dar fe como un notario, del penúltimo libro de Julio Merino Mi vida en versos. No me atreví a decir que era el último porque, quizá, durante la pasada madrugada estaba este prolífico periodista finalizando otro. Y ya van... más de cien desde su primer libro, En torno a don Juan Valera (1966) premiado en Cabra y que conservo con su dedicatoria. La escritora Carmen Llorca, profesora de la Escuela de Periodismo, escribió el prologo y entre otras cosas dijo: «Lo recuerdo como uno de los alumnos más inquietos, con una tremenda curiosidad y con un afán insaciable de saber». Insaciable, si, esa palabra es la que debemos utilizar al hablar de este escritor y periodista, número uno de aquella promoción «Tokio», capaz de escribir una autobiografía en versos, verdadero y sincero testamento espiritual, donde sale a relucir su alma; unas veces feliz, otras atormentada. En aquel su primer libro cita esta frase: «¿Se conservará algo de mí, que recuerde lo que soy ahora, o habrá pasado todo como si yo nunca hubiera sido?». Era una reflexión de don Juan Valera pero que yo la aplico a este carteyano genial. ¡Claro que se conservará! no algo sino mucho de Julio Merino con este libro en versificación libre como recorrido de toda su vida. Desde las rimas de la infancia, hasta las del último suspiro. Julio no pretende ser un poeta profesional preocupado por la métrica y para comprender este libro, hay que leer sus versos con el corazón en la mano. Pero eso no basta. Los hombres «normales» jamás comprenderán al genio.

* Periodista