Entre las muchas ventajas que ofrece el AVE, la mayoría relacionadas con su velocidad y puntualidad, una de ellas es que permite a sus usuarios exprimir al máximo los periodos vacacionales cortos, como este de la Semana Santa. Así que ayer la avería eléctrica que detuvo a una docena de trenes y afectó en general a la circulación de los convoyes con múltiples destinos (Sevilla, Málaga, Valencia, Madrid, Barcelona...) tuvo que resultar especialmente frustrante para los que hubieran programado ya su tarde de asueto en el destino, o sus almuerzos con familiares y amigos... Una incidencia poco habitual en un servicio que suele ser muy eficiente, pero con el agravante de haberse producido en una de las jornadas del año con más desplazamientos.