¡Que sí! Que está muy bien prodigar en este año del centenario de su nacimiento todo tipo de actos en homenaje y recuerdo a la memoria del sin par Manuel Rodríguez Sánchez, Manolete. Pero el programa está incompleto, falta algo más...

Aplaudo las conferencias, mesas redondas y tertulias que con la intervención de destacadas personalidades de las artes, la cultura, el periodismo y la tauromaquia han glosado la figura del torero. Igualmente, es justo reseñar la presencia de los familiares que con su cariño han encarnado la parcela humana e íntima; naturalmente, no podemos olvidar las exposiciones, alguna magnífica, con recuerdos de enorme y entrañable valor. Las instituciones y peñas han cumplido. Eso por descontado.

La ciudad no. Córdoba no ha estado a la altura de las circunstancias y a tiempo está de reparar esta ingratitud. La figura de Manolete merece, también, su reconocimiento en los ruedos con una gran corrida de toros. Ayuntamiento y Diputación deben coger el toro por los cuernos --valga el símil taurino-- y junto a la empresa y el nuevo consejo de administración de la plaza de toros organizar una gran corrida extraordinaria. Por descontado que la familia taurina de Córdoba sería la gran protagonista y la representación y apadrinamiento debe corresponder a Manuel Benítez El Cordobés, nuestro V Califa. Yo asumo la gestión para que acepte el nombramiento, que de seguro hará encantado.

Por conocer la generosidad de la gente del toro y la grandeza de este proyecto, estoy seguro de que para tan magno acontecimiento sobrarían los ofrecimientos de las principales figuras y las mejores ganaderías rivalizarían por entrar en los carteles. Podría dársele el carácter de corrida benéfica y destinar sus beneficios a obras solidarias. Sin costes excesivos se podrían poner precios simbólicos que facilitasen el lleno y convirtiesen la jornada en un día para el recuerdo y como fecha sugiero el sábado 21 de octubre: en ese día de 1951, en el coso de Los Tejares, se celebró una corrida organizada por José Luis de Córdoba para sufragar los gastos del monumento levantado al IV Califa en la plaza del Conde de Priego. Con seguridad que sería el mejor de los broches del centenario y, desde el cielo, Manolete nos daría un fraternal abrazo de agradecimiento.

<b>Alfonso Gómez López</b>

Córdoba