Hinojosa y los libros

Hinojosa del Duque está celebrando esta semana su Feria del Libro, en el marco incomparable de la plaza de la Catedral, donde se dan cita, enlazados, cultural y estéticamente, esos tres templos que marcan el caminar de un pueblo: el templo de Dios, la iglesia parroquial de san Juan Bautista, la llamada «catedral de la Sierra»; el templo del pueblo, el edificio y la sede del Ayuntamiento; y el templo de la cultura, en los estands de la Feria del Libro. El pasado martes tuvo lugar la presentación de un libro que lleva por titulo 70 años de la reinauguración de la catedral de la Sierra, escrito por Juan José Primo Jurado y un servidor de ustedes, dedicado a glosar las obras llevadas a cabo en la década de los años 40, para poner a punto un templo que fue devastado durante la guerra civil. El entonces párroco de san Juan Bautista, Juan Jurado Ruiz, juntamente con todos los hinojoseños, a base de sacrificios y de generosidades, devolvió su esplendor a un templo que bien ha merecido la denominación de «catedral de la Sierra». Tras las palabras de presentación del alcalde, Matías González, y de la teniente de alcalde, María del Carmen Luna, los autores presentamos nuestro libro ensalzando esos retazos de la historia que quedan grabados para siempre en el alma de las diversas generaciones del pueblo. Así evocamos en el libro la fecha histórica de la reinauguración del templo: «Hinojosa del Duque, de la mano de su historia, mira este año, en el calendario de sus celebraciones, la fecha del 12 de octubre de 1947, un día grande para los hinojoseños, cuando todo el pueblo, convocado por el alcalde y por el párroco de san Juan Bautista, acude presuroso y entusiasmado a la reinauguración de su iglesia parroquial, con la bendición del nuevo retablo de Granda, en el altar mayor, efectuada por el entonces obispo de la diócesis, Fray Albino González Menéndez-Reigada». Han transcurrido 70 años desde aquella reinauguración. Y al evocarla, los autores del libro ensalzan a aquella generación de hinojoseños que contribuyeron con su fe, ilusión y esfuerzo a «reconstruir» la que hoy admiramos como «catedral de la Sierra».