Me sorprende abrir el Diario CORDOBA del 19 de agosto y ver un titular sobre una propuesta de modificación del Reglamento de Participación Ciudadana, que entre otras cosas, no data de 1984, sino de una gran reforma del mismo que tuvo lugar en el año 2007. Lo primero que pienso es que es algo relacionado con el mes de agosto: la falta de noticias, la necesidad de darlas en período vacacional, o de otra forma no logro entender.

Y si el argumento se basa en algo que se insinúa, o especifica en alguno de sus párrafos, como es la entrada de nuevos colectivos, al menos los que puede desear la Federación Vecinal, me extraña mucho, ya que en la reforma aludida del 2007, el propio reglamento tiene posibilidades de aceptar dichos colectivos.

No importa que sean colectivos territoriales o sectoriales, porque los dos están previstos, tanto para asociaciones o colectivos que actúan a nivel de Distrito, como para colectivos sectoriales que tienen su actuación a nivel ciudad, en el Consejo del Movimiento Ciudadano.

Y supuso un gran esfuerzo, debate y desgaste la reforma mencionada, como para enfrascarse en otra, con lo que todo este tipo de movimientos supone a nivel de luchas por un poder, que a la postre no existe, por motivos, puramente achacables a los partidos políticos cuando blanden el poder dado en la urnas, como es la Participación Ciudadana.

O se trata de encubrir otro tipo de cambios que ya intentó el actual equipo de gobierno y que no consiguió en su momento y ahora trata de imponer con el calzador de su mayoría absoluta, siempre que tenga la aquiescencia de la propia federación.

La Federación ya hizo un gran esfuerzo para acomodarse a los nuevos tiempos, y para quien no lo recuerde, entre otras cosas, pasó de tener el 50% del Consejo de Participación Ciudadana a una representación en el mismo en torno a menos del 10%. Si ello no significa luchar por la participación- Y todo , en base a dar entrada a una serie de nuevos colectivos que habían surgido y no encontraban la representación oportuna, con independencia de que ya había habido otras reformas anteriores que habían dado cabida a organizaciones que en un principio (el primer reglamento) no habían mostrado su interés en participar, pero con el tiempo, antes del 2007, ya se había visto la bondad de su presencia en los Consejos de Distrito, y por ende en el Consejo del Movimiento Ciudadano, como peñas, ampas, juveniles, de mayores, autoayuda, etc., etc.

Los colectivos que no se invitaron a participar en el año 2007 son los que el propio reglamento declara su incompatibilidad con el mismo, debido a su confesión religiosa, militancia sindical, patronal o política, y no sé si se me olvida algún otro, ya que no tengo delante el propio reglamento.

Pero por supuesto que tienen posibilidad de presencia, tanto colectivos como Stop Desahucios, Bancos de Alimentos, etc., que al margen de las incompatibilidades declaradas trabajen por la mejora de las condiciones de la ciudadanía y por tanto merecedoras de formar parte de sus órganos de participación.

Por tanto, las soluciones vienen más dadas por la voluntad política de quienes gobiernen, que estén más dispuestos a una participación real de la ciudadanía, y no de la reglamentación que de la misma se haga. Porque si se reglamenta con la misma cicatería que se gobierna, para este viaje no se necesitan nuevas alforjas.

* Expresidente de la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara