No todos confiaban en ella, pero ayer demostró su valía y se sitúa como la octava tenista mundial. La española mantuvo el nivel de juego que ha exhibido desde que pisó el All England Club este año, y logró vencer a la eslovaca Magdalena Rybarikova por 6-1 y 6-1 en 64 minutos y alcanzar por segunda vez en su carrera la final de Wimbledon. Se enfrentará a la estadounidense Venus Williams.