Lo apuntó el Dr. Fernando López Segura al recoger el Premio Internacional Oro Virgen Baena concedido al equipo de Nutrigenómica del Reina Sofía. Aún estamos en los comienzos, tras tantos años de investigación, sobre las muchas cualidades del virgen extra para prevenir y curar enfermedades. Tema vital junto a la calidad y la comercialización para exportar a países extranjeros. A mí me sorprendió hace muchos años, cuando viajé por vez primera a Inglaterra, que allí vendían el aceite de oliva en las boticas. Llevaban razón. No formaba parte de sus hábitos culinarios, pero si intuían sus efecto curativos que aquí conocíamos popularmente. Ahora sí está demostrado científicamente, aunque como decíamos antes queda mucho por descubrir. Esta insistencia en la investigación y en la divulgación la he podido comprobar no solo ayer en Baena, sino también en el Parador Castillo de Santa Catalina de Jaén, durante unas jornada dedicadas a lo saludable del virgen extra y a la necesidad de saber venderlo bien con un buen marketing. El rector de la Universidad, Manuel Parra, fue claro en lo de venderlo bien cuando aludió a los graneles de nuestros excelentes aceites que se marchan con su valor añadido lejos de las cooperativas. Compartió el premio Oro Virgen la Escuela Internacional de Cocina de Valladolid que recogió don Angel Moretón. Esta clase de escuelas y los buenos chefs como Kisko García, cofrade de honor, son piezas claves para promocionar una buena cocina. La que utiliza aceite de oliva de calidad y es al mismo tiempo saludable.

* Periodista