Por fin alguna noticia positiva. La obra de la Ciudad de la Justicia ha terminado en tiempo y forma. El edificio de Arroyo del Moro luce su limpio trazado de arquitectura contemporánea preparado ya para un traslado gradual de todas las dependencias judiciales de Córdoba, desperdigadas actualmente en nueve sedes, que deberá culminar en otoño. Por fin Córdoba ve terminada una obra de equipamiento que, dada la lentitud en sus comienzos, tampoco invita a grandes celebraciones. Sí al alivio de que los trabajos hayan culminado sin problemas en un momento en el que en la ciudad se han atascado varios de los escasos proyectos en marcha, y ello a pesar de la fórmula mixta de financiación, en la que la adjudicataria ha adelantado los pagos y recuperará la inversión mediante la explotación del edificio durante los próximos 25 años con el cobro de alquiler a la Junta de Andalucía. A la Ciudad de la Justicia de Córdoba se trasladarán todos los juzgados, la Audiencia Provincial, la Fiscalía, el Instituto de Medicina Legal y otros espacios, al tiempo que se ha reservado un 20% de sus 51.000 metros cuadrados para facilitar futuros crecimientos. Ahora lo que importa es un traslado ordenado y una adecuada dotación de medios y personal para que los futuros servicios judiciales puedan ofrecer una atención adecuada a los ciudadanos. Y ágil, pues un nuevo edificio garantiza comodidad y cercanía entre los distintos departamentos hoy dispersos, pero por sí mismo no acaba con los enormes retrasos de la justicia.