Hoy, fiesta de santa Clara, fundadora de las religiosas franciscanas, llamadas Clarisas. Seguidora fiel de san Francisco de Asís, con el que fundó la segunda Orden franciscana, Clara se preciaba de llamarse «humilde planta del bienaventurado Padre Francisco». Cuando tenía 18 años, subyugada por el ardor evangélico del santo de Asís, que acababa de poner en marcha la nueva fraternidad, Clara se confió a su dirección, abandonando su casa, su antigua vida noble y, en la capilla de la Porciúncula, donde vivía Francisco, tomó el hábito de manos del santo, prometiéndole obediencia. Tras diversos avatares familiares, Francisco dispuso para Clara una vivienda, adaptada al ideal de pobreza y sencillez que ella misma anhelaba, junto a la pequeña iglesia de san Damián, restaurada por el santo. Y en ella se instaló el pequeño grupo de Damas Pobres, llamadas luego Clarisas, formado inicialmente por Clara de Asís y otras tres compañeras. La comunidad femenina imitaba en lo posible la de los hermanos franciscanos. Durante cuarenta años, Clara fue la superiora del convento de monjas de san Damián. Su vida era de gran austeridad y muy rica en obras de caridad y piedad. Clara fue la primera y única mujer en escribir una regla de vida religiosa para mujeres. En su contenido y en su estructura se aleja de las tradicionales reglas monásticas, insistiendo fuertemente en la pobreza. En 1253, una bula pontificia aprobaba solemnemente la regla que habia compuesto. Murió ese mismo año y fue canonizada en 1255. Sus restos descansan en la cripta de la iglesia dedicada a la santa de Asís. El 17 de febrero de 1958, el Papa Pío XII declaró a santa Clara, patrona de la Televisión y de las Telecomunicaciones. Hace unos dias, la superiora de las Clarisas de Belalcázar, sor Isabel Cobo, nos decía: “Nuestra vocación es ser hermanas, pobres y contemplativas. Nuestro monasterio es un lugar abierto a la acogida, a la oración y a la experiencia de un encuentro con Dios. Vivimos del trabajo de nuestras manos y de la providencia. Somos felices porque estamos donde el Señor ha querido. Para nosotras, este es el lugar más hermoso del mundo».

* Sacerdote y periodista