Susanna Tamaro ha titulado su última novela La tigresa y el acróbata, y la ha calificado como una fábula para adultos. «En estos tiempos convulsos, ha declarado, es lo que el corazón necesita». En una de las muchas entrevistas que le han hecho, le preguntaron qué es lo que quería transmitir, y la escritora contestó con claridad: «Quería hablar de la complejidad de la vida. Quería hablar de la importancia de permanecer fiel a uno mismo, sin dejarse manipular, y de ir en busca de la verdad de la propia vida, de seguir los propios sueños e inquietudes. La tigresa, una metáfora, camina y camina, en una búsqueda casi desesperada y se va encontrando con distintos personajes que la ayudan a conocerse a sí misma». Así comenzaban mis palabras a los profesores y a la comunidad de religiosas del Colegio de la Inmaculada, tras el último claustro que cerraba el curso académico. Era mi primer mensaje. El segundo mensaje se centraba en la importancia de la misión de los profesores que podemos resumir en tres palabras: educar, enseñar, estimular. Educar a los alumnos, siguiendo la etimología de la palabra, «sacar de dentro» todas las potencialidades; enseñar los conocimientos de las distintas materias y asignaturas, buscando al mismo tiempo la formación integral a través de los valores; y por último, estimular con el ejemplo, con el testimonio, ya que todo profesor tiene mucho de guía de su alumnado. Un buen educador ha de desarrollar su labor con ilusión, pasión y encanto. Y el tercer mensaje que dejaba a los profesores y a los religiosas era el de afrontar las dificultades actuales, teniendo en cuenta que cada vez avanza más la «posverdad» --palabra que va a ser admitida en breve por la RAE--, superando obstáculos y no dejándose paralizar por el miedo. Hay tres miedos que acaso no podamos evitar: miedo al sufrimiento y a la muerte; miedo al daño, a que nos hagan daño; y miedo al futuro, a las mil incertidumbres que surgen en nuestro caminar. La mejor forma de superarlo, volviendo a las palabras de Tamaro, es reforzando nuestra fidelidad, sin dejarnos manipular.

* Sacerdote y periodista