Afirmaba Susan B. Antonhy, luchadora social del siglo XIX, refiriéndose a los derechos de hombres y mujeres, que "Hombres, sus derechos y nada más; mujeres, sus derechos y nada menos...".

Más de un siglo después es la mujer la que tiene que seguir defendiendo una posición que se mantiene adversa aun a pesar de los logros obtenidos a lo largo del último siglo.

Es por ello que, desde Ciudadanos, nos propongamos establecer con el hombre las necesarias alianzas para, con el mutuo apoyo, alcanzar los mayores niveles de desarrollo personal y colectivo, en el marco de una sociedad en la que existen roles que por razones genéticas no podemos perder, pero que no deben representar en modo alguno un obstáculo.

Y ello ha de nacer desde la infancia. Necesitamos que en nuestras aulas se puedan fomentar, de forma más personalizada, y también en grupo, los valores de la igualdad y el equitativo reparto de competencias y beneficios.

Pero es que, como decía antes, existen una serie de roles e incluso de condicionantes físicos que nos hacen, naturalmente, distintas a los hombres.

El rol de la maternidad, sin lugar a dudas, es el más diferenciador de todos, pero por su importancia social debe ser tratado de forma muy especial a fin de conciliar la vida familiar y laboral sin que exista un detrimento sustancial en ninguna de ellas.

Ello mueve a Ciudadanos a desarrollar políticas que hagan posible que tanto la mujer como el hombre accedan, en Andalucía, a compartir tareas, laborales y domésticas, sin que la empresa o el hogar familiar sufran las consecuencias de una mala planificación, estableciendo patrones de capacitación y mérito para el acceso a un puesto de trabajo.

Una inserción que deberá venir precedida, y así nos lo proponemos, del libre e igual acceso a la formación, ya sea profesional o universitaria, Y un acceso al trabajo que no puede establecerse con las desigualdades salariales que hoy en día se producen.

No olvidemos que las mujeres andaluzas cobran en torno al 23% menos de salario que los hombres, algo que resulta hiriente en una Comunidad marcada por más de treinta años de políticas socialistas. Desde un Gobierno andaluz de Ciudadanos perseguiremos ese fraude salarial, a la vez que generaremos un clima de concienciación social que se oponga a tal discriminación.

Pero, además de ello, la mujer se ve claramente desprotegida cuando los conflictos familiares, las malas relaciones de pareja, hacen su aparición.

En Ciudadanos nos hemos propuesto evitar que la mujer en situación de riesgo se vea abocada a escenarios dramáticos, en base a medidas jurídicas y de inserción social que la protejan.

La mujer, en definitiva, representa para nosotros no solo el 50% de la población andaluza, sino ese mismo porcentaje en cuanto al papel a desempeñar en nuestra Comunidad.

Queremos, y lucharemos por conseguirlo, alcanzar un estatus, que yo denominaría de solidaridad entre sexos, que nos haga sentirnos plenamente realizadas y reconocidas.

* Candidata por Córdoba al

Parlamento andaluz