Estos días de mayo, primavera pura, llegan revueltos de emociones como un patio desatado de flores y un torbellino de colores que anuncian ferias desde Posadas a Córdoba, pasando por Palma del Río. Qué contento baja el Guadalquivir entre las casas blancas que giran en torno a patios romanos, cal y mirto, arco iris de macetas, pozos y agua, luces y penumbras y el tiempo impregnado de pasado y futuro.

El hombre en medio de todo descubre la nada. Luchamos por ser y sobrevivir, por aportar a la creación un grano de esperanza, sumando arenas infinitas de placentera libertad.

José Antonio Ruiz Almenara nos anunció que ya no será candidato a la alcaldía de Palma, y sueña con una alcaldesa socialista, que ya tiene nombre, Esperanza Caro de la Barrera Martín, para asumir la responsabilidad de coordinar los proyectos de futuro de esta ciudad. Nadie se queda huérfano, pasamos haciendo camino y no debemos mirar hacia atrás, solo encarar el camino que se debe andar, nos recuerda don Antonio Machado. Al primero, gratitud, a la segunda, esperanzas. A día de hoy, en los carteles ya se puede leer: un alcalde del PP, Antonio Martín, o una alcaldesa del PSOE, Esperanza Caro de la Barrera.

Y hoy es muy especial para quien le pone voz al río, nombrado por la Real Academia de Córdoba, Académico Correspondiente por mi querida Palma del Río. La Corporación municipal me nombró cronista de la ciudad, en la universidad me hice doctor en Historia, pero nada soy, ni tengo, si no es por pueblo. Gracias paisanos. Y a ti, catedrático, profesor y amigo, José Manuel de Bernardo, guiado de tu conocimiento me has llevado al camino que siempre quise andar.

Y así es la vida. Personas que se encuentran en el camino, que deciden recorrerlo juntos, y que deben mostrarse respeto y gratitud. En la primera línea de la acción y el compromiso nos encontraremos per secula seculorum.

* Historiador y periodista