Gustosamente disfruto estos días de la lectura del libro Córdoba de la bicicleta a la Vespa de don Francisco Solano Márquez, ediciones Páramo. Además de aprender sobre grandes figuras de nuestra historia reciente, como el alcalde Cruz Conde, los arquitectos municipales que cambiaron la ciudad, las cofradías, y un largo etcétera de protagonistas de la época; mientras leo me imagino perfectamente la Córdoba de la década de los 50. La imagino como una ciudad entrañable, de contrastes y diferencias, de grandes cambios e insólita evolución. Aunque también con los defectos de la sociedad que describe John Haycraft en el libro que el autor recomienda en la introducción, Babel en España . Ciertamente pienso que las personas de esa generación leerán esta obra con cierta añoranza y con una constante media sonrisa en su cara.

Además de recomendar la lectura de este libro, el objeto de esta carta es plantear una curiosa similitud entre hechos acontecidos en esa década y en nuestros días. Así, en la página 182 del libro, en el capítulo De pinceles, plumas y picos de oro , aparece un apartado dedicado al Equipo 57. Comienza este aparatado de la siguiente manera: "En una ciudad anclada en la veneración del pintor Julio Romero de Torres y donde el arte contemporáneo provoca indiferencia o escándalo sorprende que un grupo de artistas elabore y madure una propuesta estética que revoluciona el arte tradicional. Se trata del Equipo 57, que tiene su antecedente en una escuela experimental creada en Córdoba en 1954 y establecida en la calle Ravé, a raíz de que tanto Bilbao como Santander rechazasen sendas propuestas de Agustín Ibarrola para fundarla allí".

De este modo los lectores cordobeses nos podemos sentir orgullosos de que tal iniciativa se llevara a cabo en nuestra ciudad y contribuyera a construir de nuestra capital un centro cultural no sólo en el pasado sino también en pleno siglo XX.

Todo ello tiene una directa e indiscutible similitud con los acontecimientos que rodean a la instalación permanente de la colección de arte contemporáneo de doña Pilar Citoler, Circa XX. Unas 1.300 piezas de arte contemporáneo que en septiembre de 2011 la casa de subastas Fernando Durán la había valorado en 10,2 millones de euros. Por motivos que los ciudadanos de a pie desconocemos, nuestras autoridades e instituciones no se ponen de acuerdo con la señora Citoler en la búsqueda de un espacio adecuado para la referida colección permanente. El tiempo sigue pasando y quién sabe si las siguientes generaciones leerán un libro sobre la primera década en Córdoba del siglo XXI y entre sus páginas se relatará la oportunidad de oro perdida por la ciudad para seguir siendo ese centro cultural que desde siglos venimos ostentando.

Rafael Gómez Aguilar

Presidente Asociación Cordobeses X el Mundo