Qué poco hemos cambiado después de tanto porte que nos

damos de país avanzado y democrático, después de tantos universitarios con master y segundo idioma, después de oír a más de un ministro jactarse de que teníamos la juventud mejor preparada. Después de tanta lisonja resulta que la forma más habitual de encontrar trabajo que tienen los jóvenes de entre 16 y 34 años es acudir a contactos de amigos, familiares y deudos. O sea, que el enchufe y la recomendación de toda la vida es lo que vale para insertarse en el mercado laboral. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) cuatro de cada diez jóvenes consiguieron un puesto de trabajo por la redes de conocidos que tienen su familia y amigos. Ni oficinas del INEM, ni curriculums, ni portales digitales de empleo, aquí lo que priva es el enchufe de toda la vida, la recomendación con jamón por delante, «un carguito para medrar en la corte», que pregonaba el Lazarillo de Tormes por las calles de Toledo, el «colócanos!, colócanos!, ay! por tu madre colócanos!» que cantaba Carlos Cano en las «Coplas de Emilio el Moro». Parece mentira que en la era digital, la mejor manera para encontrar empleo en España siga siendo la recomendación de un familiar, de un amigo o de un conocido. Así el 41,7% de los 4,1 millones de jóvenes que tenía trabajo asalariado en 2016, lo consiguió por

este tipo de contactos, digamos enchufe, según el estudio «Los jóvenes en el mercado laboral» de la EPA. En este mismo estudio aparece otro dato que sirve para explicar por qué las recomendaciones son la vía principal para encontrar un trabajo: nueve de cada diez jóvenes en paro o con empleo de un año o menos de antigüedad no han recibido ningún tipo de apoyo para integrarse en el mercado de trabajo. Y yo me pregunto ¿qué fue de aquel plan de Garantía Juvenil, puesto en marcha por el Gobierno hace tres años, que pretendía impulsar la inserción laboral? Tiene algo que decir al respecto la ministra de empleo, o tendremos que preguntárselo a la Virgen del Rocío, a cuya advocación y ayuda se encomienda Fátima Báñez para acabar con el paro. Mañana lunes comienzan las pruebas de selectividad en Andalucía para miles de jóvenes estudiantes que intentarán dar lo mejor de sí y sacar el máximo de nota, ya que a esta competitividad desmedida y númerus clausus les han llevado los incompetentes y sucesivos gobiernos que vamos soportando en nuestro país. Suerte para ellos que no habrán leído este informe del que les hablo con grandísima pena, pues de lo contrario en vez de dejarse las pestañas bajo el flexo más les valdría buscar entre amigos y parientes un buen padrino.

* Periodista