El Ayuntamiento acaba de presentar estos días uno de los proyectos que el Partido Popular llevaba en su programa electoral: Agrópolis, que nace con la idea de situar a Córdoba a la cabeza del sector agroalimentario y cuyo fin es sacar el máximo partido a la producción agraria, a la ganadera y a su transformación, una idea que perseguiría la concentración de empresas dedicadas al campo de la agroindustria. El proyecto, que lidera el Ayuntamiento, pretende situar a Córdoba en la vanguardia emergente de la agroalimentación europea, en cuyos fondos tiene puestas bastantes esperanzas esta idea para llegar a su consolidación.

La unión con la Universidad de Córdoba, cuyo Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario pretende impulsar, además de potenciar su colaboración con la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, con las facultades de Veterinaria, Ciencias y derecho, con la Universidad Loyola (ETEA) y con otros centros académicos para aprovechar su experiencia es un aval para el futuro de este ambicioso proyecto. Aunque de entrada el aparentemente excesivo organigrama puede ralentizar la velocidad de este empeño esperemos que éste no sea un canto de sirena ni letra mojada. Córdoba, como cualquier ciudad y provincia de España, necesita de realidades y no de sueños. Por eso deseamos vivamente que esta idea que lidera el Ayuntamiento cuaje para que la ciudad vea que es posible ponerse en marcha en tiempos de crisis aunque sea a cámara lenta.