Con el mayor de los descaros, la desfachatez más insolente y sin cortarse lo más mínimo, Podemos apoya los presupuestos de Emiliano García Page a cambio de que los dos miembros que se integran en el gobierno de Castilla-La Mancha obtengan el máximo nivel de salario cuando vuelvan a sus puestos de funcionarios, una vez concluida su «carrera» como políticos. ¡Firmado, sellado y rubricado! Los agraciados por esta lotería, que pagarán todos los ciudadanos castellano-manchegos, son los podemitas José García Molina e Inmaculada Herranz, que jugarán a ser vicepresidente segundo y consejera, respectivamente.

Obviamente, para acallar a otros partidos, esta chapuza legal se enmascara bajo una ley aplicable a todos los funcionarios que ocupen o hubieran ocupado cargos públicos. ¡Y con carácter retroactivo desde 1983! «Casualmente», más del 80% del PSOE. Ignoro si el dicho, «Ancha es Castilla» --para expresar cuando se cometen excesos con dinero ajeno, entre otros supuestos--, se refiere a casos como este, pero lo cierto es que el hecho ha sucedido en Castilla-La Mancha. ¡Estos sobresueldos --pues funcionarios metidos a políticos regionales desde 1983, hay a espuertas--, no los superan ni los que tenían todos los integrantes de la lista de Bárcenas juntos!