El pasado 4 de noviembre tuvo lugar en el salón de actos de Cajasur en la calle Reyes Católicos, 6, la presentación del libro Almorchón-Belmez-Córdoba. El Ferrocarril del Guadiato. Su autor es Juan J. Ramos Vicente. Su pasión por el ferrocarril le ha llevado hasta el momento a la publicación de dos obras anteriores a ésta: El ferrocarril de Talavera de la Reina a Villanueva de la Serena, historia de una ilusión y el estudio en profundidad sobre la línea de Palazuelo a Astorga. Bien, el motivo de esta carta es mi profunda sorpresa ante el evento acaecido, y con la presencia del presidente de la Asociación Cordobesa Amigos del Ferrocarril (ACAF), ya que en estos días posteriores Diario CÓRDOBA no ha hecho ni la más breve reseña a tan especial publicación. Al menos yo no he visto ni el más mínimo comentario o fotografía.

Quiero significar que la línea de ferrocarril Almorchón-Belmez-Córdoba marcó un hito trascendental en la historia de nuestro patrimonio industrial hasta el último tercio del siglo XX. ¿Quién no recuerda la estación de Cercadillas? ¿Quién no recuerda el paso a nivel entre Doña Berenguela y la denominada Acera Tomás de San Martín (hoy Tenor Pedro Lavirgen? O ¿quien no se hace eco hoy en día del olvidado Puente de Hierro sobre el Arroyo Pedroches? Una de las obras de infraestructura más importantes de la historia del ferrocarril, inaugurado en septiembre de 1873. Creo que es sobradamente conocido por los perolistas cordobeses.

Pues sí. Pienso que el Diario le debería haber dedicado algunas notas a tan insigne acto, ya que recuerda la importancia del Ferrocarril de la Sierra, El carbonero tanto como línea de explotación de los carbones de las comarcas de Peñarroya-Espiel-Belmez, así como tren de pasajeros entre Almorchón-Córdoba y como tren de reclutas hacia Obejo y Cerro Muriano. En esto veo que los cordobeses no advertimos, en muchísimas ocasiones, la importancia que pueda tener la presentación de un libro como al que me refiero, que por otra parte su autor no es cordobés, y sí que le ha dado el reconocimiento que merece esta historia nuestra cordobesa. Una vida del ferrocarril que nos ha afectado a todos y que todos deberíamos contribuir a su reconocimiento singular y puesta el valor tanto en su valor como Patrimonio Industrial, así como Patrimonio Natural y Cultural. H

María Dolores Gómez Zafra

Córdoba