Siempre se ha dicho que no sabemos lo que tenemos en Córdoba. No sé si en todo, pero sí al menos en parte es muy cierta esta creencia. Acaba de terminar el IV Encuentro de Poesía Visual en Peñarroya-Pueblonuevo, evento que tiene lugar cada 2 años (más de 8 años ya en la brecha), y aún parece que los cordobeses no acaban de saber de qué va esto. Pues es necesario conocer que en la localidad minera existe el, hasta el momento, único centro de poesía visual de España, y que este tipo de encuentros bienales no son muy frecuentes en el país. Dicho esto, y entrando en el contenido del continente, sépase que esta entidad (CPV) consiste en un inigualable centro de documentación que dispone, clasifica y conserva las obras de una gran parte de poetas visuales no sólo de España. Su actividad irradia cultura, vanguardia e innovación en un área tan sensible, como aún desconocida para el ciudadano no iniciado, a muchos ámbitos artísticos. Ahora el CPV ha comenzado una etapa con nuevos director y coordinador, ha sido realojado, informatizado, reclasificado, se ha llevado a cabo un trabajo ingente de clarificación, en pocos meses, que hacía mucha falta; digamos que ahora el centro ha consolidado su existencia, su trayectoria y su permanencia, como la celebración de este cuarto encuentro certifica y avala. Quizás sea hora de asumir un nuevo reto, el de su difusión, su promoción regular, concienzuda y continua no sólo a nivel nacional sino internacional. Seguro que al Museo de Arte Moderno de Nueva York y a otros análogos de Berlín, Londres, París y Tokio les interesaría saber de su existencia. Es el momento.

* Profesor