Cristóbal Montoro y Luis De Guindos no se parecen mucho. De hecho, no se gustan demasiado. Pero comparten mesa en el Consejo de Ministros, carteras de ámbito económico (Hacienda y Economía) y últimamente los temas que manejan ambos están en el centro del huracán. El otro día comentábamos en estas páginas el resultado de la amnistía fiscal hecha de tapadillo por Montoro y que ha sido cuestionada por el Tribunal Constitucional. Hoy toca hablar de las ayudas a la banca.

El Banco de España ha hecho público su último informe (276 páginas) en el que, entre otras cosas, se refiere al dinero que «invertimos» en el rescate bancario. Ese rescate que, según algunos dirigentes del Partido Popular, nunca existió. Pues dice el máximo regulador financiero que no vamos a recuperar el 70% de lo que pusimos entre todos. Siete de cada diez euros.

Es decir, el supervisor prevé que solo se recuperarán 16.337 millones de euros de las ayudas a las cajas de ahorro. Del resto podemos despedirnos. Y de nuevo aparece el argumento de «lo hacemos por vosotros». La institución alega que el coste para los contribuyentes sin esos apoyos hubiera sido mucho mayor. Ciertamente nunca lo sabremos. Pero sí conocemos y recordamos lo que dijo el Gobierno antes de llegar a una conclusión que muchos temían. En el año 2012 escuchamos al ministro De Guindos decir en sede parlamentaria que no se iba a generar «coste para la sociedad, sino todo lo contrario». La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría dijo también en esa época que no iba a costarnos un euro. Y una frase más para la historia de las hemerotecas: Rajoy aseguró que el rescate era «un crédito a la banca» que iba a pagar «la propia banca».

Hoy, además, nos preguntamos qué piensa realmente el Banco de España sobre cuáles han sido sus propios errores porque el informe evita cualquier autocrítica. Se limita a decir que si no hicieron más es porque no disponían de las herramientas necesarias. El Banco de España ya había dado muestras de un funcionamiento muy deficiente en su cúpula, por ejemplo, en la gestión de la salida a bolsa de Bankia. Y también en la supervisión que debería haber hecho de otras entidades.

Exámenes aprobados

Hay que recordar que al Banco Popular entre los años 2011 y 2016 únicamente le pusieron pegas en uno de los cuatro exámenes realizados (test de estrés llevados a cabo por el Banco Central Europeo, la Autoridad Bancaria Europea y el Banco de España).

El otro día, De Guindos dijo que a los ciudadanos no nos costará un duro tampoco lo del Banco Popular. En principio es una operación entre privados en la que efectivamente no debería haber una intervención pública. Veremos.

Periodista.