Es la primavera de 1932.

Dos grandes oradores: D. José Ortega y Gasset y D. Manuel Azaña. Se está discutiendo el Estatuto de Autonomía de Cataluña.

D. José Ortega..."Se nos ha dicho. Hay que resolver el problema catalán y hay que resolverlo de una vez para siempre, de raíz. La República fracasaría si no logra resolver este conflicto que la monarquía no acertó a resolver". "...Yo sostengo que el problema catalán, como todos los parejos a él, que han existido o existen en otras naciones, solo se puede conllevar, y, al decir esto, conste que significo con ello, no solo que los demás españoles tenemos que conllevarnos con los catalanes, sino que los catalanes tienen que conllevarse con los españoles". Dos cosas: El problema catalán no es de ahora, ni mucho menos y todos los catalanistas no son nacionalistas. Y es que una cosa es el catalanismo y otra el nacionalismo.

Azaña: "...ahora nos encontramos ante un problema que se define de esta manera: conjugar la aspiración particularista.con los intereses, los fines generales y permanentes de la República. Este es el problema y no otro alguno". ...Este problema, en sus propios caracteres actuales, en los caracteres propios que en esta edad ha tomado el particularismo catalán, es mucho más viejo que los viejos diputados de esta cámara. Este problema, con las dos maneras de enfocarlo, parece de ahora mismo, de rabiosa actualidad.

Los constituyentes de 1978 se dieron cuenta de que sin resolverlo, ni prosperaría la monarquía, ni el régimen democrático. Quisieron resolverlo mediante la redacción del Título VIII, "De la Organización Territorial del Estado". Era un auténtico desafío. Intentar resolver los particularismos de Cataluña, Euskadi y Galicia, y compaginar dicha organización con el hecho de que nadie en España se sintiera marginado.

De ahí el invento de la España de las Autonomías, de la vía rápida, pensada solamente para las tres regiones antes citadas, y de la vía lenta, por la cual se llegaría al máximo techo autonómico, aunque en más tiempo. Ningún constituyente creo que pensara que se llegaría a la situación actual, en que más parece un estado federal que autonómico. Se culpa de esta situación a Rajoy, que no tiene otra salida, cuando los auténticos culpables son los nacionalistas catalanes que han dado este paso de manera unilateral, y mientras el PSOE se ponía y se pone de perfil.

* Escritor