Un día después de que el secretario de Estado de EEUU dijese que había «líneas de comunicación abiertas» con el régimen de Corea del Norte, el presidente norteamericano vuelve a tensar la cuerda afirmando que su ministro de Exteriores pierde el tiempo tratando de negociar con «el pequeño hombre-cohete». La respuesta del dictador no se hará esperar.