El presidente de Estados Unidos, fiel a su filosofía de llevar el paso cambiado con los demás, ha quedado aislado al hacer efectivo su divorcio del resto del mundo en lo que respecta a la lucha contra el cambio climático con su decisión de abandonar el Acuerdo de París, tal como lo certificó ayer en su comunicado final el G-20, que “toma nota” del peligroso paso dado por la Casa Blanca.