Hace poco tiempo en una conversación con mis amigos salió el tema de lo difícil que lo tienen los jóvenes en la provincia de Córdoba y para reafirmarnos en nuestras conclusiones empezamos a recontar que pasaba con nuestros descendientes y con los de nuestra gente más cercana, incluida la familia.

Las conclusiones no pudieron ser más desalentadoras, pues la mitad de nuestros jóvenes estaban en paro y la otra mitad o bien tenían un trabajo precario o lo estaban desempeñando fuera de Córdoba. Incluso bastantes de ellos y ellas, los mejores formados, en el extranjero.

Todo esto nos llevó a pensar que en la provincia de Córdoba no hay un futuro claro para los jóvenes, por decirlo de una manera suave. En lenguaje castizo: nuestros jóvenes lo tienen «crudo» en nuestra provincia. No contento con todo lo anterior, y siendo mi responsabilidad en UGT el área de Empleo y Formación, indagué en todos los estamentos que estudian y publican datos concernientes a juventud en nuestra provincia, y la verdad, que en nuestra conversación de amigos casi habíamos clavado nuestras conclusiones.

Mañana, 12 de agosto, se celebra el Día Internacional de la Juventud y como no podía ser de otra forma escucharemos y leeremos declaraciones grandilocuentes de nuestra clase política reafirmando los valores que tienen los jóvenes y exponiendo todos los proyectos, leyes, etc. que han puesto en marcha a favor de la juventud. Presumirán del alto grado de formación que tienen, de cómo con sus medidas fomentan el emprendimiento y el dinero que han utilizado para ayudarles tanto en sus proyectos como en su formación.

Todo muy bonito, pero según los datos de nuestra provincia todas estas medidas no están funcionando, y no porque los cordobeses seamos especiales, que lo somos, sino porque no estamos poniendo los cimientos antes que el resto del edificio y así es muy difícil cambiar las cosas. Todas las ayudas vienen bien pero de poco sirven si previamente no se hacen estudios de mercado y después un seguimiento de los negocios de los jóvenes emprendedores. De poco sirven los reales decretos si al final parchean y no arreglan los problemas de los jóvenes, sobre todo si no se les dota económicamente.

Desde UGT hemos demandado un plan de empleo específico para la juventud, con la suficiente dotación económica, que incluya la Formación Profesional Dual y que sirva realmente para cubrir las necesidades de las empresas y así dar oportunidades a los jóvenes cordobeses, y por ende a los españoles, de manera que nadie tenga que emigrar de su tierra forzosamente, o en el caso de Córdoba, tengan que tener un trabajo precario, que es exactamente lo que tienen ahora.

Prever el futuro de nuestros jóvenes es una obligación de todos los que tenemos algo que decir en el tema del Empleo en la provincia de Córdoba. Una provincia privilegiada en historia, cultura y biodiversidad y que no se puede descapitalizar del bien más preciado que tenemos en nuestra sociedad, la juventud.

* Secretario de Formación y Empleo de UGT Córdoba