Paliar los efectos negativos del brexit en Andalucía y en Gibraltar. Ese ha sido el objetivo de la reunión celebrada ayer, la primera a este nivel y de tono muy cordial, entre la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo. Gibraltar mantiene su gran preocupación por los efectos que pueda causarle un cierre de fronteras y otras medidas que afecten al comercio y a la circulación de personas, y busca aliados, que encuentra en Andalucía en la medida en la que ofrece reciprocidad y auténtica colaboración. La cómoda posición gibraltareña no podrá mantenerse con el brexit sin hacer concesiones. Aunque la colonia forma parte del paquete que negocia Reino Unido con la UE, y es el Gobierno de España el que tendrá la última palabra, la posición de Andalucía, fronteriza con la Roca, debería contar. Es necesario que la Junta defienda los intereses de más de 8.000 vecinos del Campo de Gibraltar que trabajan en la colonia, y, además, Andalucía podría beneficiarse de esa «oportunidad» en la que ambos dirigentes creen que pueden convertir las amenazas del brexit.