Los datos del primer semestre del año sobre la venta de vehículos dejan claro lo que, atenor de las últimas informaciones y declaraciones de miembros del Gobierno, así como de la normativa sobre emisiones de gas que entrará en vigor en septiembre, era esperable: la

venta de vehículos diésel se ha desplomado. La caída interanual es del 11% en Andalucía y mucho mayor

en Córdoba, donde las ventas de vehículos que utilizan este combustible han bajado un 20,7% si se comparan el primer semestre del 2017 y el del actual 2018. Hay que señalar, no obstante, que en nuestra

provincia se vendieron hasta junio 9.358 turismos y todoterrenos, según datos de la patronal Faconauto,

lo que supone un descenso global del 12,36% en las ventas. Es decir, también la venta de coches que utilizan gasolina ha bajado, aunque solo un 1,2%. Por el contrario, y a pesar de que son cifras todavía insignificantes, ha aumentado la compra de vehículos eléctricos y de los que utilizan gas licuado. La tendencia continuará, pues es necesario controlar las emisiones contaminantes a la atmósfera, y esto debe hacerse actuando en muchos aspectos de la actividad económica, pero muy especialmente en el transporte. Más discutible es la alarma que se ha generado entre

los consumidores, y que ha desplomado las ventas de unos vehículos que, según la asociación de fabricantes Anfac, han reducido sus emisiones de CO2 a niveles similares a los de la gasolina.