La demagogia es el pan ácimo con el que en mayor o menor proporción, intensidad y descaro, se nutren los partidos políticos, según qué momentos, ocasión, territorio, distrito, parroquia o comunidad de la sociedad a la que se dirigen, a tenor de ciertas dosis y directrices, y siempre en función del grado de necesidad de cada una de esas formaciones. Es, en consecuencia, una perversa práctica política ejercida para obtener con halagos la aquiescencia popular, como es una degeneración de la democracia, que permite al que la ejerce, a través de esas concesiones a los sentimientos elementales de los ciudadanos, y no a la razón, o mantenerse en el poder o conseguirlo.

La demagogia es por tanto dañina sin paliativos, pues se fundamenta en el fraude, en el engaño, en la media verdad para que no parezca mentira, o viceversa, tal y como lo requiera la situación. Aunque no toda incide en el ciudadano, al que se desea estafar, de la misma manera, pues ello depende de la capacidad de criterio de cada cual, en función de su preparación, información, sensatez y ecuanimidad. Y por tanto no todos aquellos que se dedican a ejercer la demagogia la realizan de idéntico modo o utilizando unos y otros los mismos argumentos falaces.

Con la intervención del nacionalismo es frecuente que aparezca unida al chovinismo y a la xenofobia, mucho más letales si se amparan en el radicalismo independentista, cuanto más añadido a los corrosivos postulados neo leninistas, que suelen promocionar y subvencionar algunas dictaduras, como, por ejemplo, la iraní, la castrista o la bolivariana.

Pero lo más denigrante para la democracia sucede cuando algunos medios de comunicación, manipulables desde el poder, se ponen, o son puestos, al servicio de esta nefasta propaganda, con el propósito de dañar electoralmente al adversario político, retirándole de sus caladeros de votos, como los que surgen de algunos permeables centros universitarios, o los del personal radicalizado harto de la desconsideración gubernamental, de la corrupción, de la expoliación y de la confiscación impositiva.

* Doctor ingeniero agrónomo

Licenciado en Derecho