El Córdoba CF ha iniciado esta semana la pretemporada de la Liga 2016/17 en la que parte con el objetivo de volver a Primera División. La plantilla realiza desde el jueves su concentración de pretemporada en Utrecht (Holanda) -la segunda fuera de España en la historia del club-, donde puede trabajar lejos del calor sofocante y también de la observación de los medios de comunicación -los entrenamientos son a puerta cerrada-, que se encuentran, pues, con ese hándicap a la hora de informar en las mejores condiciones sobre el discurrir del stage a la numerosa masa de seguidores blanquiverdes. El club, pese a los dos reveses consecutivos sufridos por el equipo -el descenso de Primera hace dos temporadas y la eliminación en la promoción de ascenso en la pasada- sigue contando con un amplio respaldo social, prueba de ello son los más de 14.000 abonados con que cuenta en estos momentos. Este respaldo social debe verse correspondido desde el club con la composición de una plantilla de garantías para pelear el ascenso. Sin embargo, las primeras decisiones no parecen alimentar esa ilusión, pues el equipo ha perdido a los tres mejores jugadores de la última temporada: Andone, Fidel y Xisco. Queda tiempo para buscar unos recambios de garantía y terminar de reforzar el equipo en los puestos con carencias. En definitiva, y aplicando el eslogan de la campaña de abonos, es tiempo de dejarse de pegos. H