Los últimos años hemos asistido a una indiscutible ola antitaurina que asola hasta las playas más toreras, entre las que sin duda se encuentra Córdoba, históricamente cuna de la torería. No ha contribuido en nada a detener el oleaje, que puede llegar a la categoría de tsunami, la gestión que en Córdoba se ha hecho de la Plaza de Toros, ese Coso de Los Califas que tan lánguidamente celebró hace dos años su cincuentenario y que ahora, a poco más de mes y medio de la Feria Taurina de Nuestra Señora de la Salud, parece que solo habrá dos corridas de toros, que además no terminan de coger cuerpo, en un año que sería para celebrar por todo lo alto el centenario de Manolete. De hasta seis corridas en mayo y otras dos en la mini feria de septiembre, a la «Mini Mayo» actual. Lo del año pasado mejor borrarlo de la memoria.

De la gestión de la plaza y del adelgazamiento extremo de los festejos, debe tener su cuota de parte alicuota la sociedad propietaria del Coso. Una sociedad cerrada que no quiere mirar que vienen otros tiempos y que la afición y la recuperación de nuestra altura taurina no se hace en el burladero. Se acaba de celebrar la asamblea en la que por aclamación y poco debate --tan sano y democrático-- se ha remozado el masculino consejo de administración, saliendo unos y entrando otros --¿más de lo mismo?--. El caso es que las elecciones han estado presididas por el miedo (¿quién dijo miedo en donde el valor es el mayor tesoro?) y una carta que alentaba a «continuar» y denostaba a una supuesta candidatura nueva, que ni siquiera sabemos si ha sido real, pero que de serlo merecía tanto respeto como la que se «patrocinaba», entre otras cosas porque la objetividad del cargo así lo debió imponer y accionistas serían todos.

Nos perdemos la regeneración sanadora del debate contradictorio lo que espero no sea sinónimo de pensar que se puede seguir como «Pedro por su casa», sino todo lo contrario, entre otras razones porque solo hay que mirar el telediario y saber que los tiempos han cambiado... para todo. A lo mejor no fue casualidad que la asamblea de la Nueva Plaza de Toros SA fuera el mismo día y a la misma hora que un acto tan del pueblo y colorido como la Romería de Santo Domingo... !Las habas del 10!

* Abogada