En mayo, que ya está a la vuelta de la esquina, Córdoba se pone a prueba. Llega el mes turístico por excelencia, y toda la maquinaria debe estar a punto, desde la industria del sector --agencias de viajes, hoteles, restaurantes, establecimientos de ocio, guías, organizadores de espectáculos y actividades tradicionales como cruces, patios y feria...-- hasta los gestores de museos y monumentos, los servicios de atención al público y limpieza, las fuerzas de seguridad y los propios ciudadanos, que deben contribuir a que la capital ofrezca su mejor cara a los visitantes. Si se mantiene la tendencia de años anteriores, durante los últimos días de abril, el mes de mayo al completo y los primeros días de junio la ciudad debe estar a tope , y hay razones fundadas para esperar que sea así y que redunde en el empleo y en la mejora de la economía.

GRAN DESPEGUE

Entre los años 2010 y 2014 se ha producido un gran despegue en el turismo que recibe Córdoba, como se detalla en el informe publicado ayer por este periódico. De cerca de 700.000 viajeros y 1,1 millones de pernoctaciones en el 2010 se ha pasado a 901.000 visitantes y casi 1,4 millones de noches de hotel contratadas en la capital, con incrementos del 30% y del 26,4%, respectivamente. El dato es más relevante si se tiene en cuenta que han sido los años más duros de la crisis económica y que la oferta se centra en el turismo urbano, cultural, monumental y gastronómico, sin el gancho de las zonas costeras. Otro dato de interés es la evolución del turismo extranjero, que ha aumentado un 51% en los últimos cuatro años, tanto en visitas como en estancias hoteleras, si bien no ha cambiado su tónica de permanecer en la ciudad una media de 1,4 días. Los españoles se quedan un poco más, en torno a 1,6 días de media por viajero.

Las inversiones realizadas en la última década, desde la zona del río, a cargo de la Junta de Andalucía, hasta las diversas actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento por múltiples enclaves de la ciudad, recuperando lugares de relevancia turística, han dejado un paisaje urbano impactante, en el que habrá mucho que mejorar, pero que ofrece al visitante un atractivo indiscutible. Si a ello se suman los esfuerzos realizados en torno a la fiesta de los patios, la gastronomía, la cata del vino, o el mundo ecuestre, entre otras acciones municipales en colaboración con otras instituciones, es de esperar que se recojan los frutos.

LA CIUDAD LO MERECE

Extraño es, y el sector turístico debería reflexionar sobre ello, que la visita a Córdoba se siga saldando con poco más de una noche de hotel por visitante --volvemos al debate sobre los precios elevados y el número de plazas hoteleras, o quizá sea que estemos vendiendo mal las posibilidades de ocio de la ciudad--, pues el objetivo debería ser no solo atraer a más turistas y en todas las épocas del año, sino que estos permanezcan más días, pues la oferta de Córdoba lo merece y más vale calidad que masificación.