Una ordenanza se tiene que hacer para ordenar la circulación y convivencia de la bicicleta con el resto de usuarios del espacio público, pero no para desincentivar el uso de este amigable modo de transporte. Casi 400.000 europeos mueren prematuramente por la polución de los coches... Sin embargo parece que los ciclistas somos muy molestos en la ciudad para algunos. Antes que una ordenanza creo que sería prioritario medidas en positivo como el funcionamiento de una Oficina de la Bicicleta en el Ayuntamiento y cerrar definitivamente la actual red "deshilvanada" de carriles-bici en nuestra ciudad mediante la ejecución del Plan Andaluz de la Bicicleta.

La ordenanza debe recoger que los coches que circulen detrás de las bicicletas no las presionen pegándose peligrosamente y circulando muy cerca. Cuando un vehículo motorizado circule detrás de una bicicleta, mantendrá una distancia de seguridad prudencial y proporcional a la velocidad, que nunca deberá ser inferior a 5 metros. La circulación de la bicicleta por el centro del carril sería lo prioritario para poder circular seguro, sobre todo en avenidas con muchos carriles como Ronda de los Tejares. Permitirá la circulación de dos ciclistas en paralelo dentro del mismo carril de circulación. Debe incluir no matriculación pero sí el registro de la bicicleta en el Ayuntamiento con objeto de prevenir robos de las mismas y su recuperación en caso de robo. Prohibición de adelantar a un ciclista cuando la calle solo tenga un carril. Circulación a contramano de la bicicleta para tramos que incluirán señalización específica como ocurre ya en ciudades de toda Europa y en España en Vitoria. En la calles de prioridad peatonal el ciclista adecuará su velocidad y trayectoria para no interferir ni poner en riesgo a los peatones, mantendrá una distancia que como mínimo será de 1 metro con los peatones y con las fachadas y deberá descender de su vehículo y circular andando cuando las condiciones de ocupación y movimientos peatonales no le permitan respetar esta distancia de seguridad. Los ciclistas pueden pasar, con limitaciones, por tanto por zonas peatonales y reservadas a taxis y autobuses urbanos. La ordenanza debe reducir el límite de velocidad en ciudad de los 50 kilómetros actuales a 30 por hora, especialmente en todas las calles de un solo sentido.

El 1 de enero de 2016 entrará en vigor el nuevo código en Francia. Una de las principales novedades es que se generaliza el permiso a las bicicletas para tratar el semáforo en rojo como si fuera un ceda el paso si van a girar a la derecha y el poder circular a contramano en calles limitadas a 30 kilómetros/hora.

* Profesor de la Universidad de Córdobay experto en movilidad