Iceta dice que no habrá repetición de elecciones en Cataluña después de 21-D, por el simple hecho de que no nos gusten los resultados. Él, además, manifiesta que aspira a gobernar en minoría, con apoyos o abstenciones que faciliten su investidura. A todo esto Pedro Sánchez afirma que no apoyarán a un presidente catalán independentista ni de derechas. Lo de no repetir elecciones es algo que no le toca al señor Iceta valorar. Como decía la canción de Victor Jara, «yo pregunto a los presentes, si no se han puesto a pensar, que --en este caso-- el voto es de nosotros y no de quien tenga más...». Si del 21-D no sale un gobierno fuerte, constitucionalista, con una hoja de ruta clara que aúne una voluntad política por atajar los problemas que han llevado a Cataluña al desquiciamiento político y social, volvemos a las mismas. Y según las últimas encuestas de intención de voto o se unen los partidos constitucionalistas a piñón, o no gobierna nadie con contundencia. Eso de gobernar en minoría como dice Iceta en una comunidad autónoma como Cataluña que ha sufrido tal desamortización cultural, política e ideológica es como tratar de curar la malaria con caramelos de menta. Esto lo saben Iceta y Sánchez, pero aun así descartan apoyar a partidos que ellos denominan de derechas y que en honor a la verdad son de centro derecha.

España y Cataluña necesitan hombres de Estado, políticos de raza comprometidos con los españoles que sean capaces de hacer sacrificios partidistas por el bien común. Y ese bien común es un gobierno catalán constitucionalista y fuerte que integre a todas aquellas fuerzas políticas que no solo estén pensando en abrir un debate positivo sobre la reforma de la Constitución, sino en erradicar el adoctrinamiento ideológico en las escuelas y la puesta en marcha de una agencia independiente que asuma las funciones de la Alta Inspección Educativa y garantice la igualdad en la educación de todos los españoles. Esta propuesta de Ciudadanos, también la voto en contra el PSOE. Si no queremos unas segundas elecciones, habrá que tener en cuenta las contradicciones.

* Mediador y coach